Cuaderno en el que contar lo que pasa y lo que se puede demostrar, propio y ajeno, desde cualquier punto de vista, oral o escrito...y más allá.
jueves, 22 de agosto de 2024
SANLUQUEÑOS PASAJEROS A INDIAS, AÑO DE 1578
domingo, 18 de agosto de 2024
BENAZUZA: LOS HILOS DE LA JOYA DE LA CORONA
Alquería, hacienda, jurisdicción, condado, parroquia, restaurante El Bulli y hotel de 5 estrellas… por el momento, han sido usos documentados de este -real, a veces- sitio, tan lejos, tan cerca.
@mmperezcano
La #HaciendadeBenazuza, en #sanlucarlamayor, (#sevilla), es una gran desconocida para propios -sanluqueños- y extraños. Tuvo fama a ratos en la historia, pero fue y es el faro de la comarca del #aljarafe más occidental.
Los primeros datos de su existencia apuntan a dos siglos antes de que las huestes de Fernando III de Castilla -y después también de León- a quien llamaron el Santo (1199-1252), se la quedara tras la toma de la plaza fortificada sanluqueña en 1251.
Después se la cedió al hijo que también reinó. Alfonso X (1221-1284) se la reservó un tiempo para descansar.
El rey sabio la traspasó a Don Remondo (Raimundo de Losana, obispo de Segovia y Arzobispo de Sevilla, +1288). Tal dignidad eclesiástica dispuso de la alquería, que aún sería parte de nobles heredades y compras futuras.
De hecho, la que fuera antigua alquería pasó a manos de la Orden religiosa y militar de Santiago (originaria del reino de León en 1156, y hoy honorífica, constituida para defender a los peregrinos por el Camino de Santiago), que la administró durante un largo periodo.
Lejos de desaparecer y pasar al olvido, en el siglo XVI otro rey tomó posesión de la ya reconvertida hacienda, como figura en la documentación existente sobre Benazuza, y así fue pertenencia de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico (1500-1558).
Años después, en época del Conde-Duque de Olivares, Gaspar de Guzmán y Pimentel Rivera y Velasco de Tovar (1587-1645), la Hacienda de Benazuza tuvo jurisdicción propia.
Su territorio se fue ampliando con heredades que lindaban con el Monasterio de San Miguel de los Ángeles de Sanlúcar de Alpechín (levantado con anterioridad a la llegada de la Orden de los Jerónimos de la Observancia 1477-1820) y otras que llegaban hasta el término de Benacazón y con la orilla del río Guadiamar.
Si el III Conde de Olivares se convirtió también en el I Duque de Sanlúcar la Mayor por obra y gracia de Felipe IV (1605-1665),
que otorgó además el ducado el 25 de enero de 1625 (cuya titular desde el año 2000 hasta la actualidad es, como XVIII Duquesa de Sanlúcar la Mayor, María Cristina del Carmen Margarita Ruiz de Arana y Marone-Cinzano),
en 1663 concedió la creación del Condado de Benazuza.
El Real Despacho de 13 de diciembre del citado año se expidió a favor de Gaspar de Teves y Tello de Guzmán (1608-1673).
En la corte de la época corrió, veladamente, que el I Conde de Benazuza, también Marqués de la Fuente del Torno, Caballero de Santiago, diplomático y consejero de Estado, pudo tener como progenitor al Conde-Duque.
El título nobiliario como XIII Condesa de Benazuza se expidió en 1979. Recae desde entonces y hasta la actualidad en María Rosa Tous de Monsalve y Ceballos-Zúñiga, casada con José Luis Ledesma Zuluaga.
El Condado de Benazuza tuvo y tiene, en su extremo más oriental, su iglesia. Datada entre los siglos XVII y XVIII, llegó a ejercer como parroquia en época decimonónica.
La capilla -como se consideraba hace unos años- estaba en el siglo XIX bajo la protección y advocación de San Francisco.
En plano de 1780 del territorio jurisdiccional de Benazuza, mirado de sur a norte y con su explicación adjunta, se indica que “el heredamiento con su tierra de labor va figurado como lo halló D. Alonso de Mena distinguido de los Terminos de San-Lucar y Benacazón, y había sido Deslindado por el Relator D. Benito de Alfaro el año de 1767”.
En el documento se distingue “una FAXA NEGRA con algunos Mojones, Señala como dexo ahora Demarcada, y Amojonada su Jurisdicción el Comisionado de la Sala, en el de 1776”.
Y se añade que
También se anota “LA CONVINACION DE LOS NOMBRES Antiguos, y Modernos de las Suertes”.
Al final del documento se hace constar que la variación de algunos nombres de lo que hoy consideramos fincas y parajes “no es Extraña en la intermediación de 242 años desde el de 1538, en que se tomó dicha Posesion, hasta el presente de 1780”.
(FIN DE LA I PARTE)