Cuaderno en el que contar lo que pasa y lo que se puede demostrar, propio y ajeno, desde cualquier punto de vista, oral o escrito...y más allá.
miércoles, 5 de agosto de 2015
El tío Jordi
Hijo de la Guerra Civil, mi tío Jordi rezumaba catalanismo por sus venas hasta este 2015, cuando decidió que ya estaba bien. Apellidado Cabanas i Cabanas descendía de una familia tan tradicional como medio burguesa de toda la vida, forjada con el esfuerzo y el tesón. Era el único miembro de toda la rama familiar primigenia residente en Cataluña que era 'catalán, catalán'. Dominaba el castellano a la perfección, pero como hablaba catalán... Me encantaba escuchar a mi tío Jordi con ese acento tan peculiar cuando me espetaba un chascarrillo, siempre en su idioma, después del primer saludo telefónico. Después me lo traducía. Por aquel entonces yo usaba pantalón corto en verano, una estación fantástica de recuerdos inolvidables en 'el catalán', tren que partía de la capital hispalense hasta la Ciudad Condal y que, allí, llamaban 'el sevillano'. 24 horas sobre raíles cuando eres un niño, en un vagón con departamentos con literas en los años 60 era algo así como un 'Orient Express' con reminiscencias de "Bienvenido Mr. Marshal".
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