martes, 10 de septiembre de 2024

ORIGEN DEL MONASTERIO DE SAN MIGUEL DE LOS ÁNGELES

LOS TEMPLARIOS EN SANLÚCAR LA MAYOR




@mmperezcano-09/2024


Pascual Madoz e Ibáñez, que fue ministro de Hacienda y presidió en 1868 el Consejo de Ministros de España es recordado, entre otras cosas, por su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar.



Según Madoz, distintas referencias dicen que en lo que hoy conocemos como urbanización de San Miguel “hubo una catedral al principio de la Iglesia en España, que durante la dominación árabe permaneció allí el culto cristiano en una iglesia dedicada al Bautista y que perteneció a la orden de los templarios hasta que [fue]  suprimida ésta por Fernando IV el Emplazado…”.




Para entender el porqué de poner un sitio, lugar, monasterio, convento o iglesia bajo la advocación de la divinidad o los santos hay que escarbar en el pasado y en su contexto histórico porque no es casual. 


Que el monasterio de Sanlúcar la Mayor se encomendara a la protección del jefe de las huestes celestiales, San Miguel Arcángel, y que su iglesia tuviera la tutela de San Juan Bautista, tampoco fue decisión tomada al libre albedrío de sus fundadores.




Rastreando la historia y las vicisitudes de los templarios podemos encontrar claves que justifican su credo, sus ideales y sus acciones a lo largo de sus, prácticamente, 200 años de existencia como miembros de esa orden militar y religiosa.




La orientación de nuestras investigaciones puede aportar las respuestas correctas a las cuestiones formuladas y terminar corroboradas por reseñas documentales.




¿A qué santos veneraban los templarios? La documentación existente de la Orden del Temple no deja lugar a dudas: San Juan Bautista, Santa María Magdalena, San Jorge, San Miguel Arcángel, San Bartolomé, San Blas y San Bernardo de Claraval.


¿Y por qué éstos, especialmente, entre otros santos y santas?




San Juan El Bautista: La voz del que clama en el desierto. Precursor del nacimiento y de la muerte de Cristo. “Conviene que Él (Jesús) crezca y que yo disminuya”. Para los templarios, defensores de la fe cristiana, es el primer profeta del Hijo de Dios en la Tierra. 




Santa María de Magdala -o de Betania- (María Magdalena): Reconocida por católicos, ortodoxos y anglicanos.  La relación con el Temple está muy ligada al Grial -Sangreal, Sangre Real (Casa de David, dinastía bíblica encabezada por el rey David, descendiente  de Abraham, y éste ancestro de Jesucristo)-… y todo condicionado con el posible matrimonio “de Jesucristo con este personaje evangélico, que sería entonces -apunta Juan García Atienza, investigador histórico y antropológico- la contenedora de su estirpe, como el Grial es contenedor de su sangre”.




San Jorge, que llegó a ser tribuno romano en tiempos de Diocleciano, prefirió -según la leyenda- hacer pública su fe cristiana antes que obedecer al emperador y perseguir ferozmente a los cristianos. Es el patrón de los cruzados.




San Miguel Arcángel. Príncipe de los ejércitos celestiales, por su fidelidad a Dios, y desesperación de Satanás y sus demonios, a los que vence y mantiene a raya. Miguel es el custodio de la Iglesia.




San Bartolomé fue uno de los primeros discípulos de Jesús, casi siempre en compañía del apóstol Felipe. Su nombre era Natanael. Significa “regalo de Dios”. También fue conocido por su sobrenombre en arameo, bar-Tôlmay (hijo de Ptolomeo). Llevó el cristianismo a Armenia en el siglo I.




San Blas fue médico y obispo de Sebaste, entonces territorio armenio, hoy Sivas, Turquía. Hizo vida eremítica en una cueva del bosque del monte Argeus. Aquella fue su sede episcopal. Fue torturado y martirizado, en torno al año 316,  en época del césar Licinio. Su veneración se extendió en Oriente y Occidente. Sólo en Roma se contabilizaron en la Edad Media 35 Iglesias bajo su advocación.




San Bernardo de Claraval (en francés, Bernard de Clairvaux). Bernard de Fontaine nació en el castillo de Fontaine-lès-Dijon, (Borgoña. Francia), en 1090 y falleció en la Abadía de Claraval, Ville-sous-la-Ferté, Champaña-Ardenas, Francia, el 20 de agosto de 1153). Fue monje cisterciense y abad de la Abadía de Claraval. Con él, el Císter se extendió por toda Europa, participó en todos los asuntos importantes políticos y religiosos de su tiempo, incluido el cisma  de Anacleto II.  Fue apasionado predicador de la Segunda Cruzada y la personalidad más influyente de su siglo en Europa. Padre espiritual de la Orden del Temple.


Una devoción motivada por sus vidas, sus simbolismos y sus muertes: 


San Juan, san Jorge, san Bartolomé y san Blas fueron decapitados. Igual les ocurría a los templarios cuando perdían en combate. No llegaban a ser prisioneros. Los ajusticiaban así porque no se rendían.




San Miguel, guardián de la Iglesia, Santa María Magdalena, custodia de la descendencia de Jesucristo y San Bernardo, impulsor del reconocimiento de la Orden del Temple en el Concilio de Troyes y primer redactor de la que sería Regla de los templarios.




Son los antecedentes de los que se extraen el porqué de los nombres del Monasterio de San Miguel de los Ángeles y de su iglesia de San Juan Bautista, en Sanlúcar de Alpechín.




Tras la marcha forzada de los templarios, por el comienzo de su persecución a partir de 1307 y la disolución de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo por el papa Clemente V en 1312, el monasterio fue puesto en manos de ermitaños, hasta la llegada de los monjes de la Orden de los Jerónimos de la Observancia, en 1477.

jueves, 22 de agosto de 2024

SANLUQUEÑOS PASAJEROS A INDIAS, AÑO DE 1578

@mmperezcano-08.2024

Tres familias sanluqueñas partieron hacia tierras americanas aquel año, según los listados consultados del catálogo de personas inscritas, del Archivo General de Indias.

Hasta 1841, sólo en las grandes poblaciones, y desde el 1 de enero de 1871, para todos, no se puso en marcha el Registro Civil, que obligaba a la inscripción de las personas nacidas, con los apellidos de padre y madre. Antes de esa fecha podía hacerse así o no, y tomar de adulto cualquiera de los de la familia u otro nombre que identificara al individuo. Por eso, como se puede comprobar, no coinciden apellidos de padres e hijos en muchos casos.

Revisados los listados del año 1578 se han agregado, por curiosidad, algunos pasajeros inscritos para viajar a Indias, naturales de pueblos vecinos o cercanos de Sanlúcar la Mayor.

También otros por los datos que en la época se aportaban sobre las personas.

41.- ANTONIO GUTIÉRREZ, natural de Sanlúcar la Mayor, hijo de Juan Martín Albertos y de Leonor Díaz, con su mujer Beatriz García, natural de Sanlúcar la Mayor, hija de Juan Zambrano y de Catalina García y sus hijos Jerónima y Leonor, a Nueva España.-10 mayo.

58.- FRANCISCO DE BURGOS, natural de Sanlúcar la Mayor, hijo de Bartolomé López y de Beatriz Núñez, con su mujer Guiomar López, hija de Juan Adame y de Elvira González y sus hijos Pedro y Elvira, a Nueva España.-14 mayo. 

251.- BERNARDO FRANCO, clérigo, natural de Aznalcázar, hijo de Juan Bernal (?) y de Juana Franca, al Perú.-4 junio. 

314.- EL LICENCIADO HERNANDO DE LERMA, Gobernador de Tucumán, natural de Sevilla, hijo del licenciado Francisco de Lerma y de doña Isabel de Valladares, a Tucumán.—10 junio. 

324.- CATALINA RODRÍGUEZ, natural de Azarcolla (¿Aznalcóllar?), soltera, hija de Pedro Sánchez Calderón y de Juana Rodríguez, a Nueva España, como criada de Luis de Cifuentes.- 10 junio.

477. - CRISTÓBAL, mulato, natural de Santo Domingo, hijo de Cristóbal de Cevallos (?) y de Elena, negra, a Santo Domingo con su amo Rui López Maldonado.-21 junio.

542.- FRANCISCO GÓMEZ, natural de Paterna del Campo, soltero, hijo de Juan Rodríguez y de Leonor García, a Nueva España.-28 junio. 

577.- CRISTÓBAL ROSADO, natural de Tomares, soltero, hijo de Cristóbal Pablos y de Elvira Rodríguez, a Nueva España.-1 julio. 

595.- ANTÓN RODRÍGUEZ, natural de Escacena, soltero, hijo de Diego Rodríguez y de Ana Franca, a Nueva España.-2 julio. 

596.- JUAN MORENO ADÁN, natural de Hinojos, casado, hijo de Juan Moreno Adán y de Ana Bernal de Estrada, a Nueva España por 3 años.—2 julio.

628.- GREGORIO DE VEGA, natural de Villamanrique, soltero, hijo de Juan Martínez de Vera y de Inés de Vega, a Nueva España como criado del licenciado Haro.—7 julio.

635.- PEDRO VÁZQUEZ, natural de Sanlúcar la Mayor, hijo de Francisco Hernández y de Catalina Vázquez, con Juana Sánchez, natural de Sanlúcar la Mayor, hija de Alonso Martín de Atienza y de Elvira Pérez, y su hijo Alonso, a Nueva España.—7 julio.

723.- PEDRO BAÑÓN, negro, soltero, hijo de Pedro Bañón y de Ana Rodríguez, a Santo Domingo.-12 julio.

(Ilustraciones de Sevilla y Cádiz en el siglo XVI)




domingo, 18 de agosto de 2024

BENAZUZA: LOS HILOS DE LA JOYA DE LA CORONA

Alquería, hacienda, jurisdicción, condado, parroquia, restaurante El Bulli y hotel de 5 estrellas… por el momento, han sido usos documentados de este -real, a veces- sitio, tan lejos, tan cerca.


@mmperezcano


La #HaciendadeBenazuza, en #sanlucarlamayor, (#sevilla), es una gran desconocida para propios -sanluqueños- y extraños. Tuvo fama a ratos en la historia, pero fue y es el faro de la comarca del #aljarafe más occidental.




Los primeros datos de su existencia apuntan a dos siglos antes de que las huestes de Fernando III  de Castilla -y después también de León- a quien llamaron el Santo (1199-1252), se la quedara tras la toma de la plaza fortificada sanluqueña en 1251.




Después se la cedió al hijo que también reinó. Alfonso X (1221-1284) se la reservó un tiempo para descansar. 





El rey sabio la traspasó a Don Remondo (Raimundo de Losana, obispo de Segovia y Arzobispo de Sevilla, +1288). Tal dignidad eclesiástica dispuso de la alquería, que aún sería parte de nobles heredades y compras futuras.





De hecho, la que fuera antigua alquería pasó a manos de la Orden religiosa y militar de Santiago (originaria del reino de León en 1156, y hoy honorífica, constituida para defender a los peregrinos por el Camino de Santiago), que la administró durante un largo periodo.





Lejos de desaparecer y pasar al olvido, en el siglo XVI otro rey tomó posesión de la ya reconvertida hacienda, como figura en la documentación existente sobre Benazuza, y así fue pertenencia de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico (1500-1558).




Años después, en época del Conde-Duque de Olivares, Gaspar de Guzmán y Pimentel Rivera y Velasco de Tovar (1587-1645), la Hacienda de Benazuza tuvo jurisdicción propia.




Su territorio se fue ampliando con heredades que lindaban con el Monasterio de San Miguel de los Ángeles de Sanlúcar de Alpechín (levantado con anterioridad a la llegada de la Orden de los Jerónimos de la Observancia 1477-1820) y otras que llegaban hasta el término de Benacazón y con la orilla del río Guadiamar.




Si el III Conde de Olivares se convirtió también en el I Duque de Sanlúcar la Mayor por obra y gracia de Felipe IV (1605-1665), 





que otorgó además el ducado el 25 de enero de 1625 (cuya titular desde el año 2000 hasta la actualidad es, como XVIII Duquesa de Sanlúcar la Mayor, María Cristina del Carmen Margarita Ruiz de Arana y Marone-Cinzano), 




en 1663 concedió la creación del Condado de Benazuza.




El Real Despacho de 13 de diciembre del citado año se expidió a favor de Gaspar de Teves y Tello de Guzmán (1608-1673).



En la corte de la época corrió, veladamente, que el I Conde de Benazuza, también Marqués de la Fuente del Torno, Caballero de Santiago, diplomático y consejero de Estado, pudo tener como progenitor al Conde-Duque.

 

El título nobiliario como XIII Condesa de Benazuza se expidió en 1979.  Recae desde entonces y hasta la actualidad en María Rosa Tous de Monsalve y Ceballos-Zúñiga, casada con José Luis Ledesma Zuluaga.


El Condado de Benazuza tuvo y tiene, en su extremo más oriental, su iglesia. Datada entre los siglos XVII y XVIII, llegó a ejercer como parroquia en época decimonónica.





La capilla -como se consideraba hace unos años- estaba en el siglo XIX bajo la protección y advocación de San Francisco.




En plano de 1780 del territorio jurisdiccional de Benazuza, mirado de sur a norte y con su explicación adjunta, se indica que “el heredamiento con su tierra de labor va figurado como lo halló D. Alonso de Mena distinguido de los Terminos de San-Lucar y Benacazón, y había sido Deslindado por el Relator D. Benito de Alfaro el año de 1767”.



En el documento se distingue “una FAXA NEGRA con algunos Mojones, Señala como dexo ahora Demarcada, y Amojonada su Jurisdicción el Comisionado de la Sala, en el de 1776”.




Y se añade que 




También se anota “LA CONVINACION DE LOS NOMBRES Antiguos, y Modernos de las Suertes”.





Al final del documento se hace constar que la variación de algunos nombres de lo que hoy consideramos fincas y parajes “no es Extraña en la intermediación de 242 años desde el de 1538, en que se tomó dicha Posesion, hasta el presente de 1780”.


(FIN DE LA I PARTE)

jueves, 30 de mayo de 2024

LA FERIA DE SANLÚCAR LA MAYOR, UNA CRÓNICA DE LA VIDA DE AYER Y DE HOY

Los vecinos amantes de la feria la esperan con ansiedad. Casi todos los años es igual ante la proximidad de mayo. Sólo después de la pandemia el regusto inusitado de la veda al confinamiento despejó las dudas sobre las ganas de vivir en la calle casi cuatro días y medio. 



Este año ha durado un día más de lo habitual. Un festivo nacional y otro local que deja a San Eustaquio más desangelado aún, priva al santo patrón de su festividad y consagra al viernes como tercer día festivo de feria de 2024.



Con controversia o sin ella, la feria se hace más larga y costosa. El rociero sale y pisa el real según su costumbre habitual, que generalmente no es, ni mucho menos, poner el candado al recinto bien entrada la madrugada, como tiene grabada a sangre y fuego la chavalería.



El rociero se reserva. Su guerra es otra. En pocos días se fajará por el camino que le lleva a la aldea almonteña del Rocío. Por el camino llamado de Sevilla peregrinará con la hermandad salvando el tradicional Vado del Río Guadiamar por la finca El Quema y se adentrará en Villamanrique de la Condesa poco después de que la primera de las filiales haya abandonado el pueblo para participar en la romería.


El peregrino hará las paces con el polvo y la arena antes del Puente del Ajolí y se presentará en comitiva en la tarde del sábado ante la puerta principal de esta basílica menor. Por riguroso orden planta  Sanlúcar su carreta con el Simpecado ante el cariño paternal y la férrea firmeza de la Hermandad Matriz con la imagen de la Virgen al fondo.


Mientras que esos días llegan, el feriante ha vuelto a levantar el poblado efímero. Aunque los escritos ponen el punto de la historia, que sirvió de modelo a los impulsores de la de Sevilla, si no hubiera sido así, igual que le da.



Al final, el principio de la fiesta es el sombrajo donde se cerraba el trato de la compraventa de las bestias. Caballos, mulos y borricos, yeguas y potrillos cambiaban de dueños en torno a unas manos dadas, unos testigos y unos vasos de vino.


El campo de feria era un terreno donde se exponían los animales y se trataba sobre el ganado. Y algún que otro sombrajo que fue aumentando con el tiempo.  


Ahora, pasados los años, son de lona y se llaman casetas. Sirven para lo mismo que antiguamente, relaciones comerciales y familiares. Relaciones humanas en las que tienen cabida el ocio. Se come, se bebe, se convida y se paga de muy diversas maneras.



La feria de Sanlúcar tiene su calle del infierno. Se llama así por el ruido permanente que se produce en ese espacio destinado a artefactos y atracciones. Y las batallas entre los dueños de esos negocios para superar a la competencia con luces, sonidos, sirenas y música, dan un resultado estremecedor.



Antes no hacían tanto ruido ni abrumaban de la forma que lo hacen hoy. Las primeras calesitas ni siquiera tenían motor. Primero fue el empuje de la fuerza humana y después el uso de la manivela. De esta guisa se disfrutaba de la voladora, un carrusel con asientos sujetos por cuatro largas cadenas a la parte superior o techo, o los clásicos caballos subiendo y bajando mientras que giraba la atracción.


Los padres de las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado aún se echaban unas risas montando esos equinos, normalmente para despedirse de la feria hasta el año siguiente.


La evolución también es adaptación. En la Feria de Sanlúcar siguen sobreviviendo de manera ejemplar la tómbola -aunque desde hace años tiene potentes altavoces y secretario como reclamos-, el puesto de tiro pichón -después llamado de escopetillas de plomo-, hoy carabinas de aire comprimido adaptadas para disparar, únicamente, tapones de corcho. Y los patitos. Es el más rentable, sin duda. Hace las delicias de los más pequeños, es el alivio de los padres novatos y la desesperación de muchos abuelos.


El látigo fue atracción preferida de los abuelos de hoy y de los padres de los abuelos. Escaso margen de maniobra dejaba el régimen para rozar unas caderas como un inocente achuchón.


La tecnología ayudó a ligar de otra forma en la feria, pasados los años. En la gasolinera Sucasa, hoy San Eustaquio, frente a la veterana Venta Pazo, podía adquirirse cassettes del Junco, del Fary, de Arévalo y sus chistes. 


Luego volvían a escucharse en el recinto. Y a los  Romeros de la Puebla y Amigos de Ginés, Ecos del Rocío y el peculiar trovador de Sevilla, El Pali, Los Marismeños, Los del Río y su color especial y los Cantores aún con Pascual, Rafael del Estad, la Canastera, María del Monte y Aljarafe. Las sevillanas, sevillanas son. Lo mismo que todos son pero todos no están.


Pero los que están bailan. Lo hacen al compás de los sones de esos y otros artistas, a ritmo de palmas y cajas y, a veces, del rasgueo de las cuerdas de una guitarra. Estampas de trastiendas, vinos finos, manzanillas y rebujitos.


Tardes y noches de bohemia folclórica en familia, entre amigos y conocidos. La música hace de imán, incluso entre la desconocida multitud que se cita en un momento dado, de forma espontánea.


El poder de un psssschhh o quilloooo es inconmensurable durante los paseos por las calles del recinto ferial.


Han vuelto los puestos de dulces en las calles del Real. Y de chocolate y churros de rueda y de papas. También de buñuelos. De cartuchos de papas fritas sobre la marcha y de pescaíto frito los he echado este año de menos.


Tampoco he visto este año a los chinos vendiendo por las casetas diademas luminosas. Sií han estado las clásicas gitanas ofreciendo claveles o subsaharianos, principalmente, con sus tradicionales artículos de artesanía.


Ha sido una feria más tranquila, más pausada, más dilatada en el tiempo. Sin concurso de caballos, pero con exhibición. Alumbrada sin excesos y paseada de día, de tarde y de noche con suerte desigual en desiguales días.


La feria de Sanlúcar, que era de los pueblos de alrededor también, es ahora más de los sanluqueños. Los demás también tienen sus dignas fiestas y cada vez hay menos gente dispuesta a dejarse confundir por la noche. Menos aún si hay que conducir. Y la Guardia Civil, tampoco.



La feria ha sido cómoda y segura. La Policía Local y sus refuerzos se han sentido seguros, los voluntarios de Protección Civil, sanitarios y bomberos también.



Dentro de nada volverán las reuniones de casetas, las contrataciones de servicios de cocina y alimentación, las cuentas y las formas de pago la ornamentación, el recorrido oficial de autoridades en la inauguración,ñ -acto dedicado en 2024 a Solúcar Radio, por sus 40 años de servicio a la comunidad- los premios a las más bonitas… y siempre se echará en falta a alguien a quien se recordará con un brindis desde la nostalgia.